Nació en Filadelfia el 16 de diciembre de 1901
en el seno de una familia de clase alta y de gran cultura y murió en Nueva York
el 15 de noviembre de 1978. Fue una antropóloga cultural estadounidense. Su padre era profesor de Economía en Wharton
School y su madre era profesional de la Sociología . Se doctoró en antropología
en 1929, en la Universidad de Columbia, donde fue discípula de Franz Boas y
Ruth Benedict. Allí trabajó desde 1954 como profesora adjunta de antropología.
Posiblemente haya sido la mujer más influyente en el mundo
de la antropología, y tal vez una de las personalidades más sensibles hacia el
estudio de otras culturas.
Fue la primera antropóloga en estudiar la educación y
crianza de niños en las distintas culturas. Sus trabajos sobre teoría de la
enseñanza, son actualmente una referencia básica. De hecho, se puede decir que
a partir de Mead se despertó el interés en el estudio de la infancia y la mujer
dentro de la disciplina antropológica.
En 1925 realizó su primer trabajo de campo en Samoa centrándose
en el estudio de las chicas adolescentes, y en 1929 viajó (acompañada de su
esposo, Reo Fortune) a las islas Manus, de Nueva Guinea, donde investigó sobre
las historias, cuentos y relatos utilizados por adultos para la educación y
socialización de los niños.
Uno de los rasgos más importantes en Margaret Mead es su
concepción holística de la cultura. Esto se expresa a través de la
interconexión y relación de todos los diferentes aspectos de la vida humana.
Por ejemplo, la forma de obtención de alimentos no puede ser comprendida sin el
estudio del ritual y las creencias, o las dinámicas políticas no pueden ser
separadas de la educación o del arte. Fue dicha visión holística lo que le
convirtió a lo largo de su vida en una especialista en todo tipo de aspectos
culturales.
Entre 1931 y 1933, Margaret Mead volvió a dejar los Estados
Unidos para vivir entre los nativos de tres comunidades de Nueva Guinea: los
arapesh, los mundugumor y los chambuli. En el seno de estas sociedades estudió
la forma en que las condiciones culturales y la educación influyen (de forma
más decisiva que las circunstancias biológicas) sobre la personalidad y los
papeles sociales de las mujeres y de los hombres.
Durante toda su vida, Margaret Mead fue una activista muy
comprometida con el feminismo y los derechos humanos y se convirtió en una
personalidad sumamente popular en los Estados Unidos. Sin embargo, y pese al
enorme impacto y popularidad que, en un primer momento, causaron sus primeras
obras, numerosos antropólogos de generaciones más jóvenes se atrevieron a poner
en duda y a lanzar severas críticas contra sus métodos de observación y contra
sus interpretaciones de la cultura de los pueblos entre los que convivió, que
consideraron gravemente contaminados y condicionados por los propios prejuicios
y experiencias de la autora.
Aquí puedes encontrar algunas de las frases de Margaret Mead.
Al final de esta página podrás encontrar sus principales libros.
Fuentes utilizadas:
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