sábado, enero 09, 2016

María La Judía

María la Alquimista que inició a Zósimo de Panóplis.
María La Judía, también conocida como María la Alquimista que inició a Zósimo de Panópolis, es una de las mujeres que sobresale entre los grandes sabios de la antigüedad a pesar de que hoy día muchas y muchos utilizan su famoso descubrimiento sin saber siquiera porqué lleva ese nombre.

Antes de hablar de su descubrimiento, hablemos de lo poco que se sabe de su vida.

Se cree que vivió en Alejandría (Egipto) entre los siglos I y III de nuestra era. Sus extraordinarios conocimientos sobre la estructura, propiedades y transformaciones de la materia no eran habituales para una mujer de su época.





A pesar de que consta que existieron otras mujeres practicantes de este sagrado arte, ella es llamada "la maestra" y actualmente es reconocida la importancia de sus aportaciones a la ciencia química moderna.


Con el seudónimo de Miriam la Profetisa, María escribió importantísimos tratados alquímicos la mayoría de los cuales se quemaron en el segundo incendio de la Biblioteca de Alejandría.


Es la autora de un manual con una pormenorizada descripción de todo el instrumental usado en los laboratorios egipcios de quienes practicaban el arte khemeia. La fuente más rica sobre el trabajo de esta sabia de la antigüedad se encuentra en las obras del escritor y alquimista griego Zósimo Panópolis (siglos III-IV).

Hablemos ahora de su famosísimo invento, conocido mundialmente, el cual algunos usan sin saber su nombre.

Es mundialmente conocido por su utilización en la cocina, el famoso Baño María. Se trata de una especie de doble caldera, un procedimiento de calentamiento prolongado, un método para aplicar calor a los cuerpos de manera suave y uniforme sin que llegue a la ebullición.

La expresión baño María parece proceder del latín bajomedieval balneum Mariae, a donde tal vez se llegaría a través del francés bain-marie. De lo que no parece haber duda es en atribuir a cierta María, conocida desde la antigüedad con el apelativo de Judía o Hebrea, el invento de este sistema de calentamiento uniforme de productos.


No es su único invento culinario, además del Baño María, podemos encontrar el tribikos, una especie de alambique hecho de cobre utilizado para destilar líquidos; y el kerotakis, u horno de María, un condensador de vapores, una especie de estufa para obtener aceites vegetales y colorear metales con vapores de mercurio y azufre.


BIBLIOGRAFÍA



REALIZADO POR ALEX Y LAURA